viernes, 19 de noviembre de 2010

Borís Hrístov (Krapets, Bulgaria, 1945)

CABALLO BLANCO
Con la cabeza alta,
como un santo camina
entre la congregación de los búfalos.

SECRETO
La fruta madura dijo algo
a las frutas cercanas.
Y se pusieron a pudrir.

MEMORIA
El dolor regresó
y voló, demorándose,
sobre la cicatriz.

MARIPOSA
Las alas inclinadas sobre la flor segada:
una viuda
que acude al sepelio en su traje de novia.

MISA
¡Bendito aquel que toca la campana!
Porque la ha detenido, boquiabierto, para escuchar
cómo la tañe el granizo.

Traducción de Liliana Tabákova y Juan Antonio Bernier. Los poemas pertenecen a la antología de Borís Hrístov que en 2011 editará la colección maRemoto.

3 comentarios:

Maria dijo...

me han recordado a las flores del almendro, de cuando aún hace frío.

mil besos

Juan Antonio Bernier dijo...

Así son de delicados, María. Espero que haya lectores en España para un poeta así. Yo le admiro muchísimo.

Besos!

Marta Merino dijo...

¡Me apunto a ser una de esas lectoras cuando salga el libro! :)Por cierto, maravilloso el último poema de L. Lévchev que has publicado en el blog. De verdad estupendo. Muchos besos